En Gobate encontramos dos curiosos eremitorios con tumbas antropomorfas en su interior; uno orientado al este y otro al oeste. En su entorno encontramos varios lagares rupestres y los restos de una antigua construcción.
El complejo Gobate-I consta de una covacha abierta hacia el suereste, en cuyo interior se tallaron hasta seis sepulturas, cinco en el suelo de la sala y una más en la pared que cierra el fondo de la misma. Al menos tres de ellas debieron servir para practicar inhumaciones infantiles. Además, en el exterior, se reconocen diversas estructuras talladas en la roca relacionables con actividades vinícolas. En concreto, se ven tres piletas de tendencia circular, donde se prensaría la uva, y otros tantos torcos rectangulares, asociados a las mismas, que facilitarían la recogida del mosto.
Probablemente, los lagares se tallaron antes de que se hubiera excavado la cavidad, porque, en caso contrario, dada la consistencia de la roca, podría haberse producido la factura de la lastra. Hay algún indicio estratigráfico que apunta en ese sentido; así, en el parapeto que delimita la entrada, encontramos parte de una cubeta (quizás un torco) que quedó cortado al excavar la covacha.
El conjunto de Gobate-II se encuentra a 123 m al sureste de Gobate-I. Una estrecha entrada abierta hacia el este, con entalle y muescas para el encaje de una puerta desaparecida, franquea el paso a una pequeña estancia de planta rectangular. En el suelo de la misma, se tallaron tres sepulturas, dos de ellas excavadas parcialmente también en las paredes. (…)
En el exterior de la covacha, se aprecian trazas de entalles practicados en el afloramiento rocoso, así como dos grandes bloques desplazados. En uno de ellos se reconocen tres muescas circulares, alineadas, que pudieron servir para encajar otros tantos postes cuando la lastra se encontraba en posición horizontal, quizás, formando parte de una visera adelantada respecto a la covacha. (…)
Las huellas del paso del tiempo se perciben en Gobate, donde hoy conviven unos lagares rupestres con cavidades que pudieron haber sido empleadas como viviendas, refugios ocasionales, graneros o corrales, y que, en algún momento, fueron aprovechadas como lugares de enterramiento. En vez de enredarnos en tratar de explicar la cohabitación de actividades tan dispares, deberíamos cuestionar su coetaniedad, ya que pudieron transcurrir varios siglos desde que se tallaron los lagares hasta que se excavaron las covachas, y más tiempo aún hasta que una pequeña comunidad decidió utilizar las cavidades con fines funerarios.
Extraído del informe redactado el 20 de julio de 2020 por el Arqueólogo Pedro Álvarez Clavijo sobre la supervisión arqueológica de los trabajos de acondicionamiento de una senda de acceso al complejo rupestre de Gobate
- Acceso por camino rural no asfaltado desde el Barrio Arriba de Rivas de Tereso
- Coordenadas GPS 42°36'02.5"N 2°44'26.7"W
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