Consta de una nave de cuatro tramos con capillas poco profundas entre los estribos, y cabecera ochovada o poligononal de siete paños algo más estrecha. Al norte de ésta se halla la sacristía, que tiene un tramo del XVI y otro barroco de comienzos del XVIII. A los pies se ubica el coro alto sobre bóvedas de crucería estrellada y torre de siete lados. El ingreso, situado en le penúltimo tramo al sur, es gótico flamígero y se protege por un pórtico barroco.
La pila bautismal
Suponemos que procede de un templo anterior emplazado en el mismo solar, es gótica popular muy primitiva de finales del siglo XIII o comienzos del XIV (los arcos trilobulados apuntados lo delatan), con arcaísmos y reminiscencias románicas en el tamaño, la tipología y la decoración. Es muy grande para tan tardía cronología, pues con el tiempo las pilas van disminuyendo de tamaño debido a la desaparición del rito del bautismo por inmersión (sumergir todo el cuerpo) y su sustitución por el de infusión (echar agua a la cabeza).
Se compone de un pie cilíndrico acanalado y una taza troncocónica dividida en dos zonas; la inferior decorada con diez arcos trilobulados con personajes bajo ellos (monjes, clérigos y guerreros) y pájaros en las enjuntas; la zona superior es una cenefada en toda su circunferencia con casetones cuadrados, figurando en el interior de ellos alternamente, la flor de lis por un lado y una estrella de seis puntas inscrita en una circunferencia por el otro.
El retablo mayor
El retablo Mayor es de estilo renacentista-manierista de hacia 1550-1560. Fue restaurado en 1991 por el taller diocesano de restauración de Santo Domingo de la Calzada. Su traza es grandiosa (entrecalles avanzadas, balauestres, riqueza decorativa en los frisos) y su escultura se atribuye al taller de los Beaugrant. La policromía es de Juan de Rojas y Juan de Salazar.
Una verdadera joya la cual es un fiel resumen de la Teología y el pensamientos renacentista cristiano; Dios creador preside, corona y rige todas las cosas, fundamentalmente con la Historia de la Salvación, cuyas secuencias e interpretes fundamentales, se encuentran reflejados paso a paso en el retablo.
Consta de banco, tres cuerpos en nueve calles (cinco calles y cuatro entrecalles) y ático.
Su imaginería se deistribuye de la siguiente manera:
- En el banco imágenes de los Desposorios, la Anunciación, la Natividad y la Circuncisión
- En el primer cuerpo la Adoración de los Magos, grupo de la Virgen con el Niño y San Juanito y la Huida a Egipto
- En el segundo cuerpo la Oración en el Huerto, el grupo de San Vicente Mártir sedente con coro angélico y el Cristo a la columna
- En el tercer cuerpo dos Profetas, cuatro Apóstoles, el Camino del Calvario, la Resurrección y la Concepción-Asunción),
- Y finalmente el impresionante ático en el que destacan en las esquinas los cuerpos de Adán y Eva desnudos, en el centro Cristo Crucificado entre los dos ladrones retorcidos de dolor y la Virgen y San Juan a sus pies y a uno y otro lado las virtudes teologales (todos en un tamaño impresionante).
El 11 de febrero de 1978 el famoso ladrón de obras de arte Eric el Belga, sustrajo el tríptico del altar y algunas piezas de la parte baja del retablo. Años después el tríptico del altar fue encontrado y devuelto de nuevo a la localidad. No hubo tanta suerte con las piezas de la parte baja del retablo, ni con la puerta del sagrario que era una doble obra de arte, la bella policromía exterior y el retratro de la cara de Jesús del interior (atribuido a Pedro Berruguete)
Merece la pena subir por las escaleras interiores, sentarse en la bella sillería del coro y disfrutar de la visión del retablo desde allí.
La visita a la iglesia parroquial es gratuita, concertando cita con el párroco en el teléfono 626 500 526